En particular, la cría intensiva de aves se refiere a este método de criar pollos. En este sistema, los pollos están en jaulas pequeñas que se apilan unas sobre otras, como estanterías de exhibición en una tienda de comestibles. Esto resulta en miles de pollos alojados en un espacio dado, lo que puede ser extremadamente congestionado.
Mientras que otros afirman que este es un medio efectivo para crear alimentos para un gran número de personas. Dicen que ayuda a mantener los precios para que más personas puedan comprar pollo y huevos. Pero hay muchos otros que sienten todo lo contrario. Ellos dicen que este tipo de práctica agrícola no es humano con las gallinas y les causa sufrimiento. Cuando hablamos de agricultura, también necesitamos considerar el bienestar animal.
Pollos criados en una jaulas para cría de aves deben permanecer en esas jaulas consecutivas durante toda su vida. No pueden extender las alas, caminar o moverse como lo harían naturalmente. Imagina estar sentado en un espacio confinado durante mucho tiempo sin poder moverte casi en absoluto.
Muchas personas están extremadamente preocupadas por el tratamiento de las gallinas en la cría intensiva de aves. Esta es una de las razones por las que se preocupan, ya que las gallinas pueden tener poco espacio para vivir de manera segura y cómoda. Los animales, incluidas las gallinas, merecen una buena vida. Se merecen poder moverse, estirarse y explorar su entorno.
Una preocupación igual de seria es que a veces se les da a las gallinas pastillas especiales, conocidas como hormonas, para aumentar su ritmo de ganancia de peso. Esto puede sonar como algo bueno, pero en realidad puede ser perjudicial. Otras incluso son sometidas a procedimientos dolorosos, como el recorte de pico (cortar parte del pico de una gallina). Eso puede hacer que comer y beber sea difícil para ellas.
Estudios han indicado que las personas que consumen pollo criado bajo estas condiciones tienen más probabilidades de sufrir infecciones difíciles de tratar. Estas infecciones pueden ser mortales y puede ser difícil encontrar el medicamento adecuado para curarlas. Es crucial saber lo que comemos y cómo afecta a nuestra salud.
En Hemei, tomamos un camino diferente. "Nos preocupamos por su bienestar y tratamos a nuestros pollos con respeto. No hay mejor manera de vivir que siendo libres, así que nuestros pollos tienen libertad para moverse tanto como quieran, lo que les proporciona una gran mejora en la calidad de vida. No administramos hormonas ni antibióticos para acelerar su crecimiento. En su lugar, permitimos que nuestros pollos maduren a su ritmo natural. Esto conduce a vidas más saludables y personas más saludables.